dic 11 2008
Desventuras bicitreneras entre Valencia y la Vía de la Plata
» Escrito en Tus historias por pilar a las 01:09Señores de la Renfe, no es el primer viaje en que me encuentro con serias dificultades para viajar en tren por España, pero sí el primero de los muchos que hago que me he propuesto relatarles. He de decirles que hace muchos años cuando todavía existían los Expresos comenzó mi amor con el tren. Amor que cada vez se me hace más difícil de colmar gracias a que ustedes, los que dirigen el ferrocarril no parecen tener el mismo interés para que eso siga siendo así.
Hace años que renuncié a ser propietario de automóvil pero incluso antes, siempre preferí el ferrocarril a la carretera. Es por ello, por lo que me considero un fiel cliente de las compañías ferroviarias que operan en este país, y especialmente de la suya.
Hace años que leí en una de sus revistas la necesidad de fidelizar clientes y sin embargo mi impresión es que desde entonces hasta ahora no han hecho más que lo contrario. Se han conseguido atraer a los usuarios del avión con la puesta en marcha de los trenes Ave pero no han fidelizado a todos aquellos que hasta entonces viajábamos en tren. Más bien los han expulsado del tren eliminando todo tipo de trenes diurnos y nocturnos y derivándolos al transporte de pasajeros por carretera o al automóvil particular. Lo mismo se puede decir de aquéllos que viajamos en bicicleta y en parte de nuestros viajes requerimos el apoyo del ferrocarril. La Unidad de Negocio ahora denominada Media Distancia pero que sigue siendo lo mismo o peor que Regionales, ha conseguido a raíz de la compra con nocturnidad y alevosía de los denominados TRD serie 594 ir tirándonos de los trenes, incluso cuándo éramos casi clientes mayoritarios como ocurría en el corredor Valencia-Teruel.
Hoy les expondré cuáles son las venturas o más bien desventuras que debemos vivir los incondicionales del tren que desgraciadamente ustedes gestionan para poder seguir viajando como nos gusta.
Tres amigos decidimos ir a Extremadura con nuestras bicis para iniciar la conocida Vía de la Plata en Mérida y terminarla en Zamora. El plan ferroviario después de mucho darle vueltas a los días y horarios de los trenes regionales fue el siguiente:
Salida de Valencia en el Regional de las 18’05 el viernes 23 de mayo hasta Alcazar de San Juan ( 21’25h). Nuestra primera sorpresa vino cuando nos dijeron que no podíamos comprar el billete en las taquillas habituales y nos dirigieron a las taquillas de venta de billetes de largo Recorrido con Salida Hoy. Menos mal que lo hicimos a tiempo, si no perdemos el tren. Al respecto no nos parece mal que se vendan tantos billetes como plazas sentadas existen, pero creemos que venderlas numeradas no beneficia en general y menos en nuestro caso particular puesto que nuestras bicis deben ser transportadas en el espacio que por suerte todavía conservan las unidades de tren 470 en uno de los coches extremos y las plazas adquiridas correspondían a otro coche. Como hay tres asientos abatibles en el espacio para bicis viajamos en ellos.
Después de hacer noche en Alcazar de San Juan y pasar una mañana de espera, el sábado 24 tomamos el tren regional Madrid-Badajoz que pasa (sólo hay uno al día) a las 14’55 por Alcazar. Servicio servido por un automotor 592 con furgón para bicis y que nos dejaría en Mérida sobre las 8 de la tarde.
La vuelta la teníamos prevista el sábado 31 de mayo desde Zamora ¡En tan sólo un día de viaje!: Zamora-Medina del Campo, Medina del Campo-Madrid, y Madrid-Cuenca-Valencia gracias a los 592 y las 470. El domingo esto no era posible por imposibilidad de hacer en un solo día los enlaces de trenes.
Sin embargo no llegamos a Zamora debido a problemas de salud. El domingo 25 llueve desde las 7’30 de la mañana y un compañero que además se encuentra enfermo decide avanzar camino y cubrir la etapa Mérida-Cáceres en tren. En la estación nos dicen que el único regional autorizado para llevar bicis se acaba de marchar. Le preguntamos por el 598 puesto que los TRD son inaccesibles para nosotros y nos dicen que tenemos que pedir una autorización a Renfe y no nos aclaran más. Finalmente decidimos no viajar en tren (eso se llama hacer clientes) y hacer por la tarde menor recorrido de la etapa prevista.
Martes 26, nuestro compañero sigue enfermo y decide volverse a Valencia preferiblemente en el mismo día. Vuelve a preguntar en la estación de Cáceres por el 598 y siguen con lo del permiso. De todas formas ese tren no le permite enlazar con otro regional desde Madrid que le permita hacer el viaje en un solo día. Se dirige a la compañía de autobuses Autores y facturando la bici consigue llegar a Valencia en dos autocares (haciendo clientes).
Jueves 28, mi otro compañero y yo cogemos también la gripe y no tenemos fuerza alguna para movernos. Decidimos volvernos a Valencia. En un coche de línea nos llevan a nosotros y nuestras bicis gratuitamente entre Carcaboso y Plasencia. Por la mañana sólo pasan TRD (solucionando la movilidad de los españoles) rumbo a Madrid y el 598 (para al cual hay que pedir autorización) pasa a las 17’05 y llega a Madrid a las 19’56, demasiado tarde para coger ningún regional vía Cuenca que nos lleve a Valencia. Decidimos probar con los autobuses. Finalmente Cevasa nos lleva a Madrid con nuestras bicis gratis en la bodega del autocar (haciendo amigos), pero desgraciadamente tampoco llegamos a Madrid a tiempo para enlazar con ningún tren regional a Valencia. En el cercanías vamos hasta Aranjuez dónde pasamos la noche, y el viernes 29 tomamos el regional de las 9’23 de la mañana que nos deja en Valencia no sin hacer el último tramo como si fuese un tren de cercanías y parando en absolutamente todas las paradas habidas y por haber después de ya casi cinco horas de viaje (haciendo amigos). Mientras nos acercábamos vimos las obras del Ave que resplandecían junto a esta línea tercermundista y que estamos seguros que nuestro buen gobierno se encargará de cerrar por nuestro bien y el del Ave, Amén.
Antonio